¿Cuánta verdad hay en esto?:
- «Las zapatillas con soporte para el arco evitan la sobrepronación y previenen lesiones» – Brooks Running.
- «Para correr con pie plano se recomiendan modelos que tengan un gran soporte para el arco del pie». – Runners´s World.
- «Las zapatillas con buen soporte de arco son vitales para mantener la correcta alineación del pie». – La Vanguardia.
Ojo. Estos comentarios proceden de fuentes respetadas, no de la barra del bar Manolo en Galapagar.
Las recomendaciones generales son:
- ¿Pies planos? Usa soportes para evitar lesiones.
- ¿Arco alto? Usa soportes para mejorar la estabilidad.
- ¿Pies «normales»? Usa soportes.
Veámos lo que dice la gente, la ciencia y la lógica evolutiva. Y el problema (problemón) que tiene depender de este tipo de soportes.
Lo que dice la gente
«Necesitas usar calzado con soporte para el arco».
Esa frase se repite hasta la saciedad. Es algo cultural. Como cuando te dicen que tienes que abrigarte más para no pillar la gripe.
Desde siempre nos han dicho que las zapatillas tienen que estar reforzadas.
Cuanto más «amenazante» sea la actividad que realices o más débil sea tu pie, más protegida debe ser la zapatilla.
Porque sí. Porque llevamos toda la vida haciéndolo. Porque caminar sin soporte es malo, aporta inestabilidad y provoca lesiones.
Lo que dice la ciencia
Lesiones
El principal argumento para usar zapatillas con arco rígido es que son necesarias para evitar lesiones.
Esta afirmación es falsa (estudio) (estudio) (estudio).
Los soportes para el arco plantar no reducen el riesgo de lesión. Esto es independiente del tipo de pie que tengas.
Además, interfieren en la forma natural de caminar añadiendo presión adicional sobre las rodillas (estudio).
Vamos, que no te lesionarás menos por llevar calzado con arco, pero igual te empiezan a doler las rodillas, las caderas o zonas que no esperabas.
Estabilidad y alineación corporal
Se da por hecho que el calzado con soportes logra controlar la pronación del pie (estudio). Sin embargo, existen matices:
- La pronación no da problemas en condiciones normales.
- Es menos probable que prones mucho si vas descalzo o con lo mínimo en los pies.
- La «corrección» que dan los soportes es mínima, entre el 1 y el 2%.
- Los deportistas que usan soportes se pierden más entrenamientos y sufren mayor dolor (estudio).
Entonces, ¿por qué controlar algo que no suele dar problemas?
Es como pincharse bótox para reducir las arrugas. Le interesa al que te lo pincha, pero tú vas a quedar hecho un cromo.
Rendimiento
¿Qué es más eficiente? Aquí encontramos tres tipos de estudios:
- Los que dicen que prescindir de soportes es mejor (estudio) (estudio) (estudio).
- Los que afirman que no existen diferencias (estudio).
- Los que aseguran que las zapatillas reforzadas aumentan el rendimiento (estudio).
Las contradicciones son comunes en este mundillo. Sin embargo, podemos afirmar que los soportes en el arco y las tecnologías en el calzado no han demostrado ser más eficientes.
Corrección de pies planos
Subamos la apuesta y vayamos al «soporte premium»: las plantillas ortopédicas. Se cree que este tipo de soporte ayuda a corregir los pies planos.
¿Existe evidencia científica? Esta investigación revisó 110 estudios científicos. Su conclusión: «La prescripción común de plantillas es algo sorprendente».
No encontraron nada. Nada de nada.
Si una plantilla ortopédica no ayuda, imagina lo que puede hacer el arco de la zapatilla.
Nada de nada.
De hecho, dos investigaciones publicadas en la revista Nature demostraron lo contrario: los que usan calzado minimalista tienen los músculos del pie más grandes (estudio) y los arcos plantares más elevados (estudio).
Vamos, que menos es más.
Lo que dice la lógica evolutiva
Si el ser humano necesitara soportes o plantillas llegaría a este mundo con un par de correctores en la placenta.
Aunque nos creamos especiales, somos idénticos a nuestros ancestros. Apenas hemos evolucionado genéticamente.
Pero nos seguimos empeñando en llevar la contraria a la naturaleza con mentiras, como la del soporte plantar, que aumentan la debilidad, la dependencia y el riesgo de lesión.
La excepción: ¿cuándo usar zapatillas con soporte para el arco?
Existen algunas excepciones en las que sí sería recomendable usar este tipo de calzado. La más evidente aparece cuando existe una lesión o proceso inflamatorio.
Ejemplo: la temida fascitis plantar. Si la estás sufriendo, un soporte podría ayudarte en la primera fase de la lesión. Te serviría para controlar el dolor. Sin embargo, continuar con ese soporte provocaría un círculo vicioso de problemas:
- Más debilidad.
- Más inestibilidad.
- Más dolor.
Los arcos, las cuñas, las plantillas o las zapatillas gruesas pueden funcionar como medidas temporales para superar problemas puntuales.
La gente se equivoca aquí.
Piensan que ese invento es la solución definitiva, pero sólo se trata de un alivio temporal (en el mejor de los casos). La solución está en los pies. En mantenerlos fuertes y alineados.
El problema: depender de arcos y refuerzos
Imagina que tienes una molestia en la mano y para evitar el dolor decides comprar una muñequera reforzada.
Tu cerebro enviará una señal de «seguridad» y satisfacción al notar un mayor soporte. Con suerte, el dolor disminuirá al cabo de unos días.
¿Qué crees que pasará en tu muñeca si mantienes la venda durante cinco semanas?
Bingo. Empezará a debilitarse. Será cada vez más dependiente de ese soporte.
Entrarás en un bucle infinito.
Ahora imagina pasar un año, una década o toda una vida con la muñequera. A nadie se le ocurriría hacer algo así con la mano, sin embargo, todo el mundo lo hace con los pies.
El efecto es el mismo.
Nota: Las tribus descalzas apenas tienen problemas en los pies.
Hasta que se demuestre lo contrario, la naturaleza va un paso por delante.
