Plantillas fascitis plantar

Perdió 1.000€ en tratamientos para la fascitis plantar, pero aprendió algo

Primero, gracias por completar la encuesta del último artículo. He recibido 613 respuestas, serán oro para desarrollar la nueva web. Y gracias por casi agotar el stock de mi primer libro.

«Sólo podemos dominar la naturaleza si la obedecemos». Francis Bacon.

La frase anterior es 100% aplicable a la fascitis plantar, una afección tan común como preocupante:

  • 1 de cada 3 personas la sufrirá.
  • Casi todos elegirán tratamientos caros.
  • Casi nadie se curará.

Conociendo cómo funciona podrás aplicar el único método (gratis) que consigue deshacerla por completo.

La historia de Javi igual te suena

Un tipo normal, con un peso normal.

De pronto, le dio por correr. Se calzó unas zapatillas que tenía en el armario y trotó durante 5 kilómetros con inmejorables sensaciones.

Prometió volver. Lo hizo. El segundo día corrió 7 kilómetros.

Al terminar, notó una molestia en la planta del pie. No le dio mayor importancia hasta que se convirtió en un dolor insoportable.

Sentía como si cinco agujas al rojo vivo se clavaran en la planta del pie.

Su fisio de confianza le propuso un plan:

  • Hielo.
  • Antiinflamatorios.
  • Estiramientos de la fascia y de los gemelos.
  • Reposo.
  • Nada de caminar descalzo o con calzado plano.

Javi cumplió con las indicaciones. Después de tres meses todo siguió igual. Con molestias y con menos dinero en la cuenta. Las agujas amenazaban con volver.

Y volvieron.

Desesperado, decidió someterse a una punción seca. Un pinchazo.

Dos. Tres. Cuatro.

Sintió como si le quemaran por dentro. Le quemó la aguja, pero le quemó aún más la frustración de saber que nada estaba funcionando.

¿Por qué no funcionan los tratamientos para la fascitis?

Javi se chocó una y otra vez contra el mismo muro. Lo probó todo, pero olvidó lo más importante: respetar la naturaleza de sus pies.

Todo lo que acaba en «itis» significa inflamación.

La solución que proponen casi todos los profesionales médicos es tan lógica como ineficiente: acabar con esa inflamación.

Tiene sentido.

¿Sí?

Pues no. Si eso fuera cierto, Javi podría volver a correr pasadas unas semanas. Sin embargo, tras meses de pinchazos, antiinflamatorios, corrientes, zapatillas milagrosas y hasta plantillas hechas a medida no fue capaz de caminar sin molestias.

Una investigación (1) de 2003 nos da la primera pista: la fascitis plantar se acompaña más a menudo de cambios degenerativos que de inflamación activa.

Esto explicaría por qué casi todos los tratamientos fracasan. Porque se abordan como inflamación (fascitis), no como degeneración (fasciosis).

¿Demasiado complejo? No tanto. Verás.

Entendiendo la causa exacta del problema

Imagina que tienes una puerta que no cierra bien. Roza en el suelo. Al principio roza poco, pero el problema va a peor. El roce está acabando con el parquet y con tu paciencia. Necesitas una solución.

Si te centras en el roce con el parquet podrías:

  1. Echar aceite en el suelo.
  2. Lijar la puerta por debajo.
  3. Quitar el parquet y escarbar en el cemento.

Suena tonto, pero es lo mismo que pasa con la fascitis: la mayoría sólo se fija en la supuesta inflamación de la fascia.

Entonces, ¿cuál es la causa?

La puerta tiene una bisagra desviada. El pie que sufre fascitis también tiene algo desviado: el dedo gordo.

El dedo causa problemas que van más allá de lo estético. Pierde fuerza y movilidad. Afecta a la distribución del peso corporal y a la propia fascia.

La investigación anterior también descubrió que se produce una disminución del riego sanguíneo. Llega menos sangre a la zona, algo que respalda este otro estudio (2).

Es como si en un sistema de riego por goteo se doblara la manguera. Cada vez llegaría menos agua a las plantas. Inevitablemente, las hojas se marchitarían.

El tratamiento que recomiendan el 90% de los pacientes

Si tienes el problema de la puerta espero que te haya quedado claro que embadurnar el suelo con aceite no es la solución. ¡Cambia la bisagra!

¿Y los pies qué? De momento no puedes comprar un dedo nuevo. Amazon no los vende y Elon Musk tiene bastante con intentar incrustarte un chip en el cerebro.

Llegados a este punto, toca reflexionar.

Un tercer estudio (3) publicado en 2022 puso a prueba un método gratuito de 12 semanas que consiguió rebajar el dolor en un 60%.

El 90% de los participantes recomendaría este tratamiento a otras personas con fascitis plantar. Sólo dos participantes fallaron en el tratamiento.

Evolución del dolor con tratamiento de correr descalzos

¿Qué hicieron exactamente?

Correr descalzos sobre césped natural durante 15 minutos, dejando un día de descanso entre sesiones. Mantuvieron este plan durante 12 semanas.

Que el césped sea natural podría ser importante (está vinculado con el earthing), pero la investigación no lo menciona.

¿Correr descalzo es la solución definitiva para curar la fascitis?

Sospecho que no y te explico por qué:

  1. Para revertir el problema de degeneración y falta de fuerza en la zona necesitas tiempo. Meses.
  2. De las veinte personas que iniciaron el tratamiento anterior sólo uno continuó corriendo descalzo. ¿Por qué? Es duro mantener un plan de por vida, incluso aunque sea tan simple como el que propone el estudio. Somos humanos y optamos por lo fácil, por lo cómodo y por lo conocido.
  3. Muchos de los que sufren fascitis plantar son deportistas y podrían correr descalzos. Otros muchos no querrán o no podrán hacerlo. Por lo que sea.

Son tres obstáculos importantes.

Volviendo atrás: ¿recuerdas cuál suele ser el origen del problema?

La bisagra o el dedo desviado. Que puede estar bien simple vista, pero que casi seguro no está haciendo su trabajo correctamente.

Lo que sí funciona es establecer un hábito para devolver el dedo y los pies a su origen.

Como dijo Francis Bacon: «sólo podemos dominar la naturaleza si la obedecemos».

La naturaleza está gritando que ese pie no va por buen camino. Quiere que pises suelo real sin nada entre medias. Que te descalces. Que, en el peor de los casos, uses un calzado ancho y con poca suela. Que respetes tu naturaleza.

Por eso, no funcionará un plan de 12 semanas.

La naturaleza no entiende de tiempos, entiende de hábitos o costumbres. Resolver la fascitis llevará el tiempo que tenga que llevar. Pueden ser 3, 5, 9 o 13 meses.

Si implementas el hábito de respetar tus pies, ese dedo rebelde volverá a su origen y la fascitis será cosa del pasado.

Javi, el de los 1.000€ en tratamientos, aprendió que las cosas sencillas y contraintuitivas (como correr descalzo con fascitis plantar) pueden ser la clave para resolver problemas complejos, y que el dinero jamás podrá luchar contra el poder de la naturaleza.

Si aún no lo has hecho, empieza el cambio uniéndote a mi newsletter. Todos los viernes envío un email que como mínimo te hará reflexionar.

Referencias:

  1. Plantar fasciitis: a degenerative process (fasciosis) without inflammation. Harvey Lemont, et al (2003). Accede al estudio.
  2. Passive hallux adduction decreases lateral plantar artery blood flow: a preliminary study of the potential influence of narrow toe box shoes. Jacobs, et al. (2019). Accede al estudio.
  3. Barefoot Running on Grass as a Potential Treatment for Plantar Fasciitis: A Prospective Case Series. MacGabhann, et al. (2022). Accede al estudio.
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